Por Rubén Darío Buitrón

Hay que parecer bastante ingenuo o incauto (lo que un político, al menos en teoría, jamás debería ser) para comerse el cuento que sus asesores le venden como el tema del día en Twitter, es decir uno de los trending topic o los más seguidos y comentados.

Veamos el caso más patético de los últimos meses: el del Municipio Metropolitano de Quito.

Al frente de este organismo, tan importante para la vida cotidiana de los habitantes de la capital, está un personaje considerado astuto, vivo, suspicaz, creativo: el radiodifusor correísta-morenista Jorge Yunda quien, sin haber nacido en Quito, ganó la Alcaldía 1019-2014 por apenas dos puntos porcentuales a su compañera de partido (?), líder del sur de Quito y nativa de esta ciudad, María Luisa Maldonado, sin duda una mujer política brillante a quien los propios líderes de lo que un día fue PAIS le negaron el apoyo electoral.

Pero volvamos al tema central de este post: en apariencia, los consultores de comunicación política del alcalde Yunda son unos maestros (¿no cierto, señores exasesores de Odebrecht?). Maestros porque logran que todos los días su jefe, el alcalde Yunda, se convenza de que para los ciudadanos quiteños son muy importantes los temas municipales y espesos.

Lo que uno no acaba de entender es que mientras las cuentas fiscales estatales atraviesan por graves problemas de caja, ¿de dónde sale el dinero para pagar cada mes, todos los días, estas cuentas promocionales (no olvidar este concepto cuando revisen twitter y vean que uno de los temas están entre los de mayor interés y comentarios,

Y, en medio de esas carencias, armar un troll center (grupo de insultadores digitales a sueldo) bien nutrido y pagado para que respondan con toda la agresividad a todo aquel que critique a Yunda (pero, ¿un funcionario electo no debe ser criticado o es intocable?).

Triste cómo se engañan los seudobrillantes asesores de comunicación política y cómo engañan a su jefe Yunda y cómo engañan a cientos de miles de ciudadanos con los presuntos «grandes temas de interés ciudadano».

Pero, bueno, para cada político incauto e ingenuo hay asesores ídem. Lo que falta decir es, nueve meses después de asumir la Alcaldía de Quito, ¿cuál es el límite del engaño generalizado de una gestión que, aparte de trolles y cuentas promocionadas, aún no deja la mínima huella?

Quito, 4 de enero de 2020